EL AZIF

De tus carnosos labios que queman como fuego, Son ellos por los que vivo y por los que muero, Y de tu silueta curva que acaba en el dintel, Se funde luz y oscuridad en tus pechos de miel. Quiero recorrer a besos desde tu boca hasta tu abdomen, Y luego que tus carnosos labios recorran  los míos también, Que la desnudez de nuestros cuerpos sea eucarística, Mientras me dedico a besar tu entrepierna también. Que tus ruidos hagan eco en la cima de mi alma, Mientras veo pasar tus curvas de un lado a otro, Que tus carnosos labios me toquen mientras yo te toco, Y que tus manos rasguen la piel de mi espalda. Tu piel que se distienda a lo largo de la mía, Y que el profundo de tus ojos sin hablar me clame, Y que el húmedo de nuestras bocas se una, Tu aliento que se convierta en trémulo distante. Por: Ramon Alfonso Torres