De mi destino



Las heridas de un corazón,
Sangriento y mal herido,
Se empiezan a sentir.

Los rasgos que le he dejado,
Se empiezan a hacer notar.

El cansancio de la vida,
Lo he dejado de sentir.

Los demonios de mi mente,
Que me corrompen y desgastan,
Se empiezan a desvanecer.

Todo termina con la línea,
Que separa a la vida y la muerte,
Y yo me siento atrapado entre los dos.


Por: Azif (Ramón Alfonso Torres)

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